El auge de nuevas técnicas de belleza como los esmaltes semipermanentes o las pestañas postizas, se han convertido en la primera causa de sensibilizacion a los acrilatos. El mal uso de estos productos ha favorecido la proliferación de casos de dermatitis alérgica por contacto a los acrilatos, tanto en profesionales como en usuarios.
Los acrilatos son materiales plásticos derivados del petróleo de bajo peso molecular (monómeros). Estas partículas se encadenan para formar moléculas de mayor tamaño (polímeros).
El peligro radica en los monómeros ya que, al ser una partícula pequeña, es capaz de penetrar en la piel y causar alergia. Ya en forma de polímero, es relativamente inofensivo.
“Los monómeros se encuentran en el esmalte líquido antes de su secado por medio de la lámpara. Una vez seco se transforman en polímeros que no tienen capacidad de sensibilizar”
El uso de los acrilatos está muy extendido por su gran versatilidad. Podemos encontrarlos en pinturas, barnices, adhesivos, ámbito médico y dental, utensilios domésticos, fibras sintéticas, prótesis ortopédicas y en aplicaciones estéticas
En el ámbito estético los encontramos en el pegamento para colocar pestañas postizas y en las lacas de larga duración.
La sensibilizacion a los acrilatos puede desencadenar reacciones alérgicas por contacto a los mismos. A veces son inmediatas y otras veces pueden darse mucho tiempo después.
Estas reacciones se traducen en dermatitis: “inflamación localizada con enrojecimiento y pequeñas vesículas que causan mucho picor”. Si el contacto es continuo en el tiempo, puede dar lugar a un engrosamiento de la piel y grietas dolorosas (cronificación).
En ocasiones puede aparecer dermatitis en zonas distintas debido a la transferencia de esta sustancia por medio del aire o las manos.
Además, puede observarse otra serie de síntomas tales como: “alteraciones en las uñas, sensaciones de hormigueo, síntomas sistémicos como cefalea o problemas respiratorios (carraspeo o tos)”
El mayor problema que causa la sensibilización a los acrilatos es su capacidad de “reacciones cruzadas”. Esto significa que una sensibilización concreta a un determinado alérgeno, puede desencadenar futuras reacciones a otros productos. Por ejemplo: “la sensibilización al pegamento que se usa en las pestañas postizas, mañana puede hacer que se reaccione a pegamentos quirúrgicos, adhesivos médicos o cementos odontológicos” (usos médicos que pueden ser imprescindibles)
Toda esta sintomatología se da tanto en profesionales como en usuarios de estas técnicas.
Para prevenir la sensibilización, lo fundamental es la no abusar de este tipo de productos. En cuanto las lesiones aparecen, es imprescindible evitar su uso.
Si los síntomas son leves, pueden remitir espontáneamente en pocos meses. Pero si los síntomas son moderados o graves, será preciso recurrir a corticoides tópicos.
Además, pueden aparecer complicaciones asociadas (infecciones) que también deberán ser tratadas.
La maderoterapia es una técnica holística. Con ella se consigue estimular y equilibrar la energía, reducir el estrés y aliviar dolores articulares o musculares. Sin embargo, actualmente se está extendiendo esta técnica con fines estéticos
La maderoterapia surge en países orientales. Tenía como objetivo combatir problemas corporales aplicando instrumentos de madera. El hecho de elegir la madera, es porque ésta es uno de los 5 elementos de la naturaleza, y, por ello, beneficiosa para la salud. Su finalidad era recuperar, de una manera más ágil, malestares físicos y lesiones varias.
Ya más cercanos en el tiempo, expertos colombianos, empezaron a aplicar esta técnica para un uso estético (eliminar grasa localizada, combatir la celulitis y modelar la figura).
Esta técnica consiste en masajes. Lo que la hace distinta es el uso de utensilios de madera. Estos utensilios de madera están especialmente diseñados para equilibrar la energía del paciente. A su vez, busca reafirmar, tonificar y eliminar grasa y toxinas del cuerpo. Por esta razón, es muy eficaz para tratar la celulitis.
Esta técnica se lleva a cabo en sesiones con duraciones entre 20 minutos y 1 hora.
Como primer paso, se practica un masaje para preparar la piel y remover la grasa localizada. Se continúa masajeando con aceites con propiedades reductoras. El uso de aceites ayuda a modelar y borrar la “piel de naranja” propia de la celulitis. Se finaliza la sesión masajeando con los accesorios de madera propios de la técnica.
A partir de la 3ª sesión, se comienzan a ver resultados. Sin embargo, lo recomendable es un ciclo de 15 sesiones. Es obvio que para obtener los mejores resultados posibles, las sesiones han de acompañarse de dieta saludable, control de calorías y ejercicio físico.
Los instrumentos que utiliza la maderoterapia, son utensilios de madera diseñados para adaptarse a las distintas zonas corporales. A su vez, tienen diferentes efectos sobre la piel (drenantes, reafirmantes, liporeductores…)
Podemos destacar los siguientes:
a) Corporal. La maderoterapia corporal tiene como finalidad estética drenar adiposidades localizadas y reducir/modelar la figura. En otro plano, también persigue la relajación, reducir el estrés, tratar contracturas y aliviar molestias articulares o musculares.
b) Facial. Tiene como objetivos: reafirmar, reactivar la producción de elastina, tonificar el rostro y mejorar la circulación sanguínea.
c) De busto. Como su propio nombre indica, se destina a reafirmar, tonificar y modelar el busto.
d) Anticelulítica. Indicada para eliminar la grasa que se acumula en distintas partes del cuerpo. Con este masaje se activa la microcirculación de la zona y eliminar la retención de líquidos.
Si la comparamos con otras técnicas remodeladoras del cuerpo, la maderoterapia tiene muy pocas contraindicaciones.
Sin embargo, no se aconseja para personas con afecciones en la dermis (dermatitis, edemas). Tampoco es recomendable para personas con hipertensión.
Nuestras uñas forman parte de nuestro organismo. Son un tejido vivo y son porosas y, por lo tanto, capaces de absorber lo que le aplicamos. Si optamos por productos menos agresivos para con nuestro cuerpo, ¿por qué no hacemos lo mismo con los esmaltes de uñas?
Los esmaltes de uñas se caracterizan por la gran cantidad de componentes químicos que hay en su composición. Componentes que hacen que nuestras uñas luzcan un acabado perfecto.
Sin embargo, muchos de esos químicos son perjudiciales para nuestra salud y para el estado de nuestras uñas. Entre sus inconvenientes podemos citar:
A la larga, estos inconvenientes hacen que nuestras uñas tiendan a amarillear y se vuelvan frágiles.
1. Formaldehído. Los vapores de este elemento son muy irritantes y pueden producir asma. También produce problemas irritantes para la piel. Se cuestiona sus posibles efectos carcinógenos.
2. Alcanfor. Este ingrediente también es tóxico, llegando a producir irritaciones varias.
3. Tolueno. Es un derivado del petróleo. Es usado como disolvente. Se caracteriza por su fuerte olor. Se sospecha que puede causar daños en el hígado y, en embarazadas, daños al feto.
4. Ftalato de dibutilo (DBP). Este elemento es una especie de plástico. Por ello, impide respirar a las uñas y provoca que éstas adquieran un tono amarillento. También recaen sospechas de ser cancerígeno y favorecer mutaciones celulares.
5. Parabenos. Los parabenos son conservantes. Estos ingredientes impiden que las uñas reciban nutrientes. Se los ha relacionado con el cáncer de mama.
No sólo los esmaltes de uñas contienen componentes tóxicos. También los quitaesmaltes se pueden poner en cuestión.
Un quitaesmalte no es otra cosa que un disolvente. El más conocido es la acetona. Este producto es muy irritante. Entre los problemas que nos puede causar, podemos citar: irritación ocular, mareos, sequedad…
Muchos quitaesmaltes lucen con la etiqueta “sin acetona”. Sin embargo, contienen otros elementos igual de dañinos tales como acetato de metilo o metiletilcetona.
Intentar conciliar las palabras “esmaltes de uñas” con palabras tales como “natural”, “orgánico” o “ecológico”, parece ser muy difícil. La realidad es que estos productos precisan de productos químicos para cumplir su función. Esto no significa que todos los ingredientes químicos sean dañinos. Además, se incluyen, junto a ellos, otros componentes más naturales como pueden ser el extracto de almendras, el aloe vera…
Actualmente, en Europa, es difícil encontrar esmaltes “ecológicos”. Lo que si existe es una tendencia a eliminar los componentes químicos más tóxicos de estos productos. De hecho, hay una mayor legislación al respecto y una creciente oferta de esmaltes de uñas “5-free” (libres de los 5 químicos más peligrosos).
Cuando nos referimos a esmaltes de uñas naturales o ecológicos o veganos, estamos indicando que son productos con ausencia de componentes tóxicos, contienen productos naturales, no están testados en animales y no contienen productos de origen animal.
Una asignatura pendiente en la cosmética bio, es el tinte de pelo.
Los tintes vegetales funcionan muy bien si no buscamos aclarar el cabello. Sin embargo, cuando lo que perseguimos es el aclarado del mismo, es necesario acudir a los tintes convencionales. Estos tintes convencionales contienen ingredientes tóxicos y agresivos para nuestro cabello.
Un tinte ecológico está elaborado con ingredientes naturales que pigmentan el cabello.
Sus ingredientes habitualmente son a base de henna (tonos rojizos) y otras plantas: Indigo (tonos castaños y negros), Amla (volumen y brillo), Neem (antibacteriano), Riubarbo, Cúrcuma… De ahí que se les conozcan con el nombre de tintes vegetales.
Junto con estas bases de plantas, podemos también encontrar aceites vegetales y aceites esenciales. La utilización de estos aceites aportara hidratación a nuestro cabello.
Los tintes convencionales contienen muchas sustancias que pueden presentar un riesgo para nuestra salud. Ingredientes que pueden provocar algunas enfermedades tales como: dermatitis alérgica, caspa, urticaria, alopecia, problemas respiratorios… No debemos olvidar que, muchos de estos ingredientes, además, son disruptores endocrinos dañinos para la salud.
Veamos alguno de ellos:
Un tinte 100% natural no contiene ninguna de las anteriores sustancias. Por lo tanto, no solo no daña el cabello, si no que además, lo cuidan. Obtendremos un pelo más brillante, hidratado, con más volumen. En definitiva, un pelo más sano.
Sin embargo, hay que tener cuidado al elegirlos. La ley permite la utilización de palabras como “natural”, “vegetal” y no tratarse de un verdadero tinte ecológico. La seguridad nos la dará la lectura de su INCI y la opción de aquellos que lleven un sello certificador (BDIH, Ecocert…)
Hay que precisar que no obtendremos colores extremos y que la cobertura de estos tintes depende de varios factores:
– Modo de aplicación. Es necesario seguir las recomendaciones que nos facilitan cada marca para su aplicación
– Propiedades diferentes de cada cabello. No todos los cabellos son iguales ni son sometidos a los mismos procesos (secador, tintes previos químicos…)
– Calidad y porcentaje de la planta de origen
– Los tintes vegetales no aclararán el cabello. Pero es posible conseguir matices más claros si lo aplicamos reiteradamente.
Es muy habitual usar aceites vegetales y esenciales en la cosmética natural. Sin embargo, aunque tienen muchas similitudes, no son lo mismo.
Los aceites vegetales y esenciales tienen algunos aspectos en común. Ambos tipos de aceites son sustancias grasas. Son liposolubles (solubles en grasas), por lo tanto, se pueden combinar entre sí. Ninguno de los dos son solubles en agua.
Sin embargo, tienen algunas diferencias que debemos distinguir.
Un aceite vegetal es una sustancia de textura oleosa. Está formada por ácidos grasos naturales, vitaminas, antioxidantes y oligoelementos.
Tienen propiedades nutritivas, protectoras, suavizantes y regeneradoras para la piel. Mantiene la hidratación natural de la piel.
Tienen varios usos: pueden aplicarse directamente en la piel; como base para diluir los aceites esenciales; como ingrediente en la elaboración de jabones, cremas…
Ejemplos: oliva, girasol, almendras dulces, rosa mosqueta, coco, argán, onagra, sésamo…
Su textura es menos oleosa. Hablamos de un líquido que representa la esencia pura de la planta y nos permite disfrutar de todas sus propiedades.
Tiene propiedades terapéuticas muy diversas (antisépticos, calmantes, tónicos, inmunoestimulantes…)
Entre sus usos: no se suelen usar directamente sobre la piel; en cosmética , diluidos en aceites vegetales; utilización en aromaterapia …
Ejemplos: lavanda, árbol de té, limón, eucalipto…
Llega el invierno, junto con el frío, las heladas, la nieve y el viento. El cuidar la piel en invierno, se hace necesario. A su vez, permitirá lucir espléndida en Navidad.
El invierno propicia cambios de temperatura frecuentes. Pasamos del frío al calor constantemente. El paso de los ambientes secos y cálidos de las casas, al frío del exterior, hace estragos en la apariencia de nuestra piel. Ésta se vuelve pálida, frágil, se agrieta, la sentimos tirante, se descama… Son síntomas de la deshidratación.
Las zonas más afectadas son las más expuestas. Esto es: cara, labios y manos. Por ello, es necesario una serie de cuidados y protección. Cuando todo parece que se pone en nuestra contra, ¿qué podemos hacer cuidar la piel en invierno?
Espero que estas recomendaciones os sirvan para cuidar la piel en invierno y lucir radiante en Navidad. FELICES FIESTAS!!!!
No sé vosotras, pero yo antes de salir a la calle paso por «chapa y pintura«. El uso del maquillaje me permite «disimular» esas pequeñas imperfecciones que el tiempo va dejando sobre la piel. Aunque no es una obsesión, me permite sentirme un poco mejor. No soy la única que ha convertido el maquillaje como una parte de la rutina diaria. Por ello, ¿porqué no usar maquillaje natural que además cuide mi piel?
Muchos componentes de los cosméticos convencionales son sustancias químicas y sintéticas (parabenos, perfumes, aceites artificiales…). Este tipo de sustancias pueden resultar irritantes y tóxicos para la piel. Esto también sucede en los productos de maquillaje. Hemos de tener en cuenta que el maquillaje no se queda en la superficie de la piel, si no que sus componentes penetran a través de ella al organismo. De ahí que haya un aumento de mujeres con alergias y problemas de sensibilidad a los maquillajes convencionales.
Una opción para no «sufrir» estas consecuencias, podemos encontrarla en la cosmética natural.
Actualmente no es tan difícil encontrar productos de maquillaje natural con calidad, variedad de tonos y precios asequibles. Esto ha potenciado el desarrollo de este sector, ofreciendo productos naturales que, además de embellecer, cuidan la piel y no «sangran» el bolsillo.
Los tratamientos contra el cáncer pueden provocar una serie de reacciones en la piel. Aunque rara vez son problemas graves, son bastante molestos. Su médico podrá aconsejarle sobre cómo prevenir estas reacciones cutaneas en tratamientos oncologicos.
Los tratamientos contra el cáncer pueden ocasionar una serie de cambios y reacciones en la piel. Estos cambios dependerán del tratamiento que se reciba.
Cabe la posibilidad de que aparezcan algunos problemas cutáneas más graves:
Para que la intolerancia a la lactosa nos permita vivir sin «molestias«, es preciso seguir una dieta sin lactosa. Desde hace unos años, también existen los suplementos de lactasa en pastillas que nos pueden «sacar de algún compromiso«.
Sin embargo, no hay que adoptar esta dieta sin que exista un diagnóstico certero. Si se tiene sospechas, podemos confirmar la intolerancia mediante pruebas diagnosticas tales como: test de hidrógeno expirado, test sanguíneo de tolerancia a la lactosa, biopsia de intestino delgado y test genético.
Tras el diagnóstico, el único tratamiento es seguir una dieta exenta de lactosa. La mayoría de las personas no necesitarán excluir totalmente la leche y productos lácteos de la dieta. Pero sí será necesario consumir productos «sin lactosa«.
La lactosa no sólo está en la leche y productos lácteos. Existen muchos alimentos procesados a los cuales se les ha añadido lactosa para mejorar sus características. De ahí la importancia de leer con atención las etiquetas de los productos. Actualmente, gracias a la nueva normativa, es de obligada declaración.
ADILAC ofrece un «semáforo» de alimentos que permite controlar mejor qué productos son los más o menos apropiados y cómo podemos detectar la presencia de lactosa en las etiquetas. Puedes consultarlo aquí.
Entre los productos más fáciles de digerir (en función del grado de tolerancia), podemos citar:
Si la intolerancia es tan severa que optamos por prescindir de lácteos, podemos encontrarnos con déficits de determinados nutrientes: deficiencias de proteínas, vitaminas (vitaminaD) y minerales (como el calcio). Estos déficits pueden dar lugar a pérdidas de peso y malnutrición. Para evitar esa situación, hay alternativas que podemos incluir en nuestra dieta: pescado, marisco, col, espinacas, frutos secos…
Esta intolerancia puede afectar en distintos niveles:
La finalidad de un protector solar es prevenir las quemaduras solares y, así, reducir la probabilidad de desarrollar cáncer de piel. Sin embargo, no existe el protector solar con efectividad del 100%. A la hora de elegir protector solar, hay que tener en cuenta varios aspectos: tipo de piel, factor de protección y elegir entre filtros físicos o filtros químicos.
Este tipo de filtros actúan captando la energía del sol y transformándola en otro tipo de energía no nociva para la piel
Cosméticamente son muy agradables (se extienden muy bien sin dejar residuos). Pero su inconveniente es que suelen encontrarse en forma de nanoparticulas fácilmente absorbibles por la piel. Esta fácil absorción de gran cantidad de químicos, puede dar lugar a alergias.
En este tipo de protectores podemos encontrar sustancias «sospechosas» (disruptores endocrinos) que deberían ser evitados. Entre ellas podemos citar: Methyl-benzylidene camphor (4-MBC), benzophenone-3 (Bp-·), oxibenzone, octyl-dimethyñ-PABA (OC-PABA), diethyl phthalate homosalate (HMS), ocryl-methoxycinnamate (OMC)…
También conocidos como pantallas minerales. Actúan reflejando la radiación solar. De esta manera evitan que la radiación penetre en la piel y produzca enrojecimiento, quemaduras…
Los minerales más usados para conseguir hacer pantalla son: óxido de zinc y dióxido de titanio.
Entre sus ventajas:
Su gran desventaja es su apariencia. Son texturas espesan que dejan una capa blanquecina en la piel. Actualmente se pueden encontrar en forma de nanopartículas para paliar este inconveniente. En este caso sí puede ser absorbido en parte por la piel.
Nuestra piel absorbe muchas sustancias tóxicas que van a parar al torrente sanguíneo. Esta es la principal razón por la que nos decantamos por los protectores solares con filtros físicos. Además, sería interesante que cumplieran otra serie de requisitos: