Las reacciones adversas al pescado tienen mucha incidencia en la población. Esto se debe a sus propias proteínas, a la cantidad de histamina que contiene y al parásito anisakis.
a) Alergia al pescado. Se produce ante determinadas proteínas del pescado. Involucra al sistema inmunológico en personas sensibilizadas.
b) Intolerancia al pescado. Es una reacción sin participación de la IgE. Esa situación es menos frecuente. Los síntomas suelen ser gastrointestinales y aparecer entre 60-90 minutos tras la ingesta.
c) Intoxicación no alérgica debido a la presencia de sustancias tóxicas. En esta situación, la reacción aparecerá en cualquier persona que ingiera una cantidad suficiente de pescado, sin necesidad de ser alérgica. Por ejemplo, intoxicaciones por pescados que acumulan un exceso de histamina o sustancias similares. Sus manifestaciones son manchas rojas y calor en la cara, diarrea, dolor de estómago, nauseas y dolor de cabeza.
d) Reacciones ante pescados infectados por parásitos. El caso más conocido en el anisakis. Puede dar lugar tanto a una intoxicación como a una reacción alérgica (en el caso de ser alérgico a ese parásito). La reacción sólo sucederá si el pescado está infectado, pudiendo comer pescado no infectado sin problema alguno
Como cualquier otra alergia alimentaria, es una reacción adversa frente a algunas proteínas del pescado que involucra al sistema inmune. Por lo tanto, hablamos de una respuesta del sistema inmunitario frente a un alimento normalmente inofensivo. Sus síntomas suelen aparecer inmediatamente (durante la primera hora) tras su ingesta.
La alergia al pescado, puede aparecer a cualquier edad. Sin embargo, la primera manifestación puede surgir en los primeros años de vida coincidiendo con la introducción del pescado en la dieta infantil (dos primeros años de vida). Incluso se ha detectado en bebés durante la lactancia materna.
En la edad infantil, es la tercera causa de alergia tras la leche y el huevo. Si aparece en esta etapa, esta alergia puede desaparecer. Si bien es cierto que, en general, suele durar más que otras e, incluso, persistir.
Si la alergia al pescado aparece durante la etapa adulta, su desaparición es prácticamente imposible. Se calcula que el pescado es responsable del 12-14% de las alergias en adultos en España.
La proteína principal que provoca esta alergia es la parvalbúmina. Esta proteína es específica de cada especie, pero muy similares entre sí. Esta sería la explicación para las alergias cruzadas entre distintos pescados.
Además, es una proteína termoestable. Lo cual hace que sea resistente al calor y no se destruya durante la cocción.
También podemos destacar otras proteínas no parvalbúminas que pueden desencadenar la reacción alérgica. Son proteínas muy específicas de alguna especie. Por ello, hay pacientes que pueden tolerar pescados de otras especies.
Los pescados que más alergia pueden ocasionar son el gallo, merluza, sardina y bacalao. Los que menos, emperador, cazón y atún. En general, se podría afirmar que el pescado azul tiene menos proteínas alergénicas.
A veces se pueden presentar reacciones a crustáceos o mariscos también. Sin embargo, son alergias independientes y la reactividad cruzada entre estos alimentos no está probada.
Hay que tener muy presente que el pescado lo podemos encontrar formando parte de otros alimentos. Incluso podemos encontrarlo en otro tipo de productos como medicamentos, bebidas, harinas, gelatinas…
Sobre el autor