A lo largo de los últimos años, se van introduciendo nuevos ingredientes en la cocina. La inclusión de las semillas en la dieta es una de esas novedosas incorporaciones. Pero, ¿qué nos aportan estos pequeños ingredientes? ¿Cómo se pueden incorporar en nuestra dieta?
A grandes rasgos, estos pequeños ingredientes ofrecen grandes beneficios a nuestra salud. Por un lado, aportan nutrientes importantes. Por otro lado, dan textura, color y sabor a nuestras recetas.
Para aprovechar al máximo sus nutrientes, las semillas en la dieta deberían consumirse crudas (machacadas o troceadas). Entre sus opciones podemos considerar: como snack, espolvoreadas, añadidas a alimentos (bebidas, batidos, yogures, ensaladas…) y mezcladas en masas de bizcochos o panes.
Estas semillas son ricas en ácidos grasos mono y poliinsaturados; gran cantidad de fibra; contiene potasio, fósforo, magnesio y calcio (también cobre y selenio); y alto contenido en vitamina E.
Las características anteriores las hace beneficiosas para:
Lo más usual es consumirlas como snack, pero también pueden añadirse a otros alimentos (ensaladas, yogures…)
Las semillas de lino son ricas en ácidos grasos omega 3; contienen gran cantidad de vitamina C y E; tiene minerales como el calcio, hierro, potasio y magnesio; y contiene fitoestrógenos (lignanos).
Por sus características son beneficiosas para:
En la cocina se pueden usar tal cual o en harina. Sirven como sustituto del huevo y, por su alto contenido en grasas, la harina puede ayudar en la sustitución de la margarina o mantequilla.
Su consumo preferible es tomarlas enteras, remojadas en agua durante la noche anterior. También pueden triturarse e incorporarse a panes, bizcochos, yogurt, salsas…
Este tipo de semillas son ricas en grasas insaturadas; una gran fuente de proteínas vegetales; contiene vitamina E y del complejo B; tiene minerales como el calcio, fósforo, hierro y magnesio. Es la semilla con más contenido en fitoesteroles.
Los beneficios que pueden aportarnos sus propiedades son:
Se pueden añadir a cualquier alimento: panes, pescado, ensaladas…
La semilla de amapola es rica en minerales (calcio, fósforo, hierro y zinc); contiene vitaminas A, niacina y ácido fólico; y alto contenido de ácidos grasos.
Entre sus propiedades:
Se puede añadir a ensaladas, sopas, zumos, horneados de pan o galletas. También puede consumirse en forma de infusiones.
Este tipo de semillas es rico en ácidos grasos omega 3 y 6; alto contenido en fibra; contiene magnesio, zinc, potasio y fósforo; aporte de vitaminas A y E; y un alto contenido de triptófano.
Estos componentes las hacen ideales para:
Puede consumirse en forma de snack o añadirse a otros alimentos
Las semillas de chía contienen proteínas de alta calidad; mucha fibra; gran cantidad de minerales; ricas en omega 3; y fuente importante de ácido alfa linoleico
Los beneficios para nuestra salud son:
Tiene una gran capacidad para captar agua y hacer gelatina, lo cual la hace ideal como espesante. En dietas veganas, puede usarse para sustituir el huevo. También puede añadirse a otros alimentos.
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