Cuando se padece una alergia a frutos secos, es necesario seguir una dieta sin frutos secos. Nos referimos a los frutos secos como tal, a los productos que los contengan como ingredientes, a las posibles trazas de los mismos y a las precauciones para evitar la contaminación cruzada.
Y, volvemos a insistir, es imprescindible una lectura atenta de las etiquetas de los productos que se vayan a consumir.
Los frutos secos están inmersos en nuestra vida. Están en multitud de productos como ingredientes, en nuestro ocio como aperitivo o, incluso en nuestra cosmética. Sin embargo, hay personas que reaccionan ante su ingesta. ¿Sabrías reconocer los sintomas de alergia a frutos secos?
Como en cualquier otra alergia alimenticia, los sintomas de alergia a frutos secos pueden variar. Esta variación depende de la sensibilización previa, edad, del alérgeno en cuestión y de la existencia de otras alergias.
Los síntomas pueden aparecer inmediatamente o, incluso, hasta 2 horas después de la ingesta del alérgeno. A su vez, pueden dar lugar a reacciones leves o a reacciones muy graves. Pueden también presentarse reacciones por contacto y no solo por la ingesta. Es menos frecuente las reacciones por inhalación.
Como se ha dicho, podemos encontrarnos con casos leves como el síndrome de alergia oral (prurito y eritema perioral) muy relacionado con polinosis (trastorno alérgico producido por el polen). Y podemos encontrarnos con casos muy graves de shock anafiláctico (mayor riesgo si se padecen múltiples alergias).
En los casos más graves, pueden dar lugar a anafilaxia, poniendo en serio riesgo la vida. Como en cualquier otro caso de alergia que presente este cuadro, hay que recurrir a la adrenalina. Es recomendable acudir a un hospital para observación, pues se han dado casos de una segunda oleada de síntomas varias horas después de un primer ataque.
Ante cualquier síntoma que nos haga sospechar, es preciso acudir al alergólogo para un correcto diagnóstico. Este diagnóstico se hará como en cualquier otra alergia mediante: pruebas cutáneas, análisis de sangre y pruebas de provocación.
La alergia a frutos secos es una reacción provocada por las proteínas de los mismos y con intervención del sistema inmunitario.
Es una de las alergias más comunes. Aparece en niños mayores y es muy frecuente a partir de los 3-4 años. Si hay algo que caracteriza a la alergia a frutos secos es su elevada alergenicidad y su estabilidad al calor y a los procesos digestivos. Esto hace que, frecuentemente, sean reacciones inmediatas e intensas.
Hay que tener en cuenta que, la alergia a frutos secos, es un concepto bastante general. Son reacciones a varios alimentos ya que, los frutos secos, pertenecen a distintas familias de alimentos no relacionados.
Los frutos secos son un grupo de semillas que provienen de plantas de diferentes familias botánicas. Por lo tanto, nos estamos refiriendo a una cantidad importante de alimentos sin relación botánica entre ellos. Sin embargo, esto no significa que no pueda existir ractividad cruzada entre los mismos.
Los frutos secos tienen alérgenos propios, pero también comparten alérgenos con especies de la misma familia e, incluso, de familias diferentes (panalergenos).
Si se padece de esta alergia alimenticia, es frecuente presentar sensibilización a otras sustancias de origen vegetal.
Es muy normal presentar reacciones a varios frutos secos a la vez. Algunos estudios sugieren la existencia de reactividad cruzada:
· Entre la nuez, la avellana y la almendra
· Entre la castaña y algunos pólenes (abedul, artemisa y gramíneas)
· Con algunas frutas (plátano o aguacate) y látex
· Entre el pistacho con otros alimentos de origen vegetal y con el anacardo
· Entre la avellana y las semillas de sésamo
· Entre frutos secos y frutas de la familia de las rosáceas (melocotón, albaricoque…)
La alergia a frutos secos suele ser crónica y obliga a seguir una dieta sin ellos durante toda la vida.