Ante la necesidad de seguir una dieta sin huevo, nos encontramos con el problema de sustituir este ingrediente en nuestras recetas. Aunque en un principio nos pueda parecer casi imposible, la realidad es que existen diversas alternativas para sustituir el huevo en nuestra cocina. No es imposible cocinar recetas que incluyen huevo sin ese ingrediente.
¿Por qué sustituir el huevo en nuestras recetas?
Podemos referirnos a diversas razones que nos lleven a seguir una dieta sin huevo y, por tanto, tener que recurrir a sustituirlo en la cocina. Hablaremos de cuestiones relativas a la salud (alergia, intolerancia o colesterol) y cuestiones éticas (veganismo)
Alergia al huevo
La alergia al huevo es muy frecuente, sobre todo en la edad infantil.
Causa síntomas cutáneos, respiratorios y digestivos. Y, por consiguiente, puede dar lugar a anafilaxia. De ahí que el tratamiento necesario sea la dieta sin huevo.
Intolerancia al huevo
El consumo de huevos puede dar lugar en algunas personas a reacciones de intolerancia. Este hecho puede originar síntomas tales como hinchazón, dolor de estómago, náuseas, vómitos, gases…
Normalmente estas reacciones son más frecuentes cuando se consume el huevo poco hecho.
Colesterol alto
Aunque en este caso no es imprescindible evitar totalmente el huevo, si es aconsejable disminuir su consumo.
Veganismo
Esta postura ética de máximo respeto a los derechos de los animales, produce la renuncia al consumo de huevos (junto con todo producto de origen animal o derivado de los mismos)
Cómo sustituir el huevo en nuestras recetas
El no consumir huevo puede planearnos serias dudas. Por un lado, el aspecto nutricional; por otro, cómo sustituir el huevo.
Este ingrediente tiene unas determinadas cualidades culinarias que, a veces, nos produce la sensación de que es insustituible. Sin embargo, tenemos varias soluciones para su sustitución. Contamos con otros ingredientes que, bien mezclados, nos van a ofrecer resultados parecidos en textura, sabor y apariencia.
Obtener consistencia
En este caso podemos utilizar semillas de lino remojadas en agua. Obtendremos una gelatina que tiene la capacidad de amalgamar tal y como lo hace el huevo. Además, aporta jugosidad. Usar para galletas, crepes o tortitas.
La proporción para un huevo es remojar 1 cucharada de semillas de lino molidas en 3 cucharadas de agua. Se deja hasta que adquiera una textura gelatinosa.
Para ligar ingredientes
En esta situación podemos usar fruta machacada. Lo más usado es machacar medio plátano maduro (por huevo). Es útil para tartas o bizcochos.
También podemos utilizar compota de manzana. Ofrece manos sabor que el plátano y más jugosidad. 60 gr por huevo. Opción estupenda para tartas húmedas
Otras opciones son: pasta de tomate, purés de calabaza o almidón de patata
Dar volumen
Si lo que queremos obtener es volumen en nuestras masas, se puede usar una mezcla de vinagre o zumo de limón con bicarbonato a partes iguales. La burbujas de dióxido de carbono que se liberan con esta mezcla, ayuda a leudar y a que las masas sean mas ligeras.
También podemos optar por sustituir un 25% del líquido que nos pide la receta por agua con gas.
Aportar densidad o cremosidad
Para esta finalidad, el tofu sedoso batido es muy útil. La proporción son 60 gr por huevo. Puede usarse para pudin, natillas, mousses o rellenos.
Otra opción sería el uso de harinas como: harinas de arrurruz, kuzu o maicena disueltas en agua caliente. Ayudan a espesar natillas u otros postres. La proporción es de 2 cucharadas de agua por 1 de harina como sustitución de 1 huevo.
Para dar brillo
Podemos utilizar la leche de soja. Basta con pintar con ella antes de hornear.
Sabor a huevo
Si pretendemos obtener aroma que recuerde al huevo, podemos utilizar la sal negra volcánica.
Sucedáneo de clara de huevo
El alga agar agar es la mejor alternativa para esta finalidad. Mezclada con agua templada, obtenemos una gelatina transparente que se asemeja mucho a la clara de huevo. La proporción es de 3 cucharadas de agua por 1 de gelatina.